viernes, 26 de marzo de 2010

Recuerdos parte 1 “El Cáliz de Cristal”

Capítulo 9

Uno de los más preciados recuerdos de Blodwyn, desde que entro en Durmstrang, es su selección. Cuando llegan los chicos al castillo junto con Karkarov, entran por un amplio pasillo gris. En la muralla oeste de ese gran pasillo, estaba marcado un enorme símbolo. Blodwyn no sabía que era, nunca en su corta lo había visto. Era un enorme triangulo, que estaba dividido por una línea, la que estaba envuelta en un círculo. De pronto el tempestuoso silencio fue interrumpido por Karkarov.
-Este es el majestuoso castillo del Instituto Durmstrang para puros de Sangre. Aquel que no soporte la disciplina de este instituto será inmediatamente a su hogar, ya que este aunque los albergara por el año escolar, no es su hogar… - los chicos se miraron unos a otros algo asustados. – En este instituto vemos sus habilidades, principios, objetivos e ideales. Según estas características, ustedes serán enviados a una de las cuatro casas en las que se divide el Instituto. Ellas son los nobles True, los severos Klüg, los intrépidos Mutig, y los agresivos Dunkel. A continuación comenzará su selección.
Terminado el discurso de Karkarov, los alumnos debían entrar a un comedor amplio, pero igualmente helado, con olor a sudor, café y cerveza. Todos los alumnos que estaban sentados en las mesas (que estaban divididas en cuatro por las cuatro casas) miraban seriamente a los nuevos alumnos de Durmstrang. Al final del comedor, anterior a la mesa de los profesores, había una pequeña mesa que contenía un cáliz de cristal. Este contenía un extraño líquido que era muy similar al agua, pero su consistencia era más espesa. Karkarov comenzó a llamar uno por uno a los alumnos de primer año: Amtesh, Ashmit, Astean, y así hasta llegar a Griselda Fürtish.
Griselda era una chica hermosísima. Era de un brilloso pelo rubio rizado que le llegaba hasta los hombros, adornado por unos penetrantes ojos celestes, tan fríos como el hielo que albergaba al castillo. Su piel era pálida como los libros en los que pasaba horas leyendo a la luz de la luna. Siempre seria, lo que no permitía escuchar su hermosa y tierna voz de niña. Cuando fue llamada, con mucha gracia caminó hacia la mesa. En eso aparece el director del Instituto: Arkham Dollohov, quién fue presentado por Karkarov. Dollohov tomó un athame, y saca sangre desde uno de los pequeños dedos de la chica, y vierte la gota de carmesí sangre, la que al ser mesclada con el líquido que contenía el cáliz se vuelve morado.
-Klüg – anuncia Dollohov, y los alumnos de esa casa con pocas ganas aplaudieron a la chica.
Así siguió la selección, hasta que de pronto todo el peso de Blodwyn se le fue a las rodillas al escuchar su nombre.
-Lestrange, Blodwyn – Blodwyn abrió los ojos con un aire de nerviosismo. - ¡Acércate! – Le gritó Dollohov, y Blodwyn se acercó rápidamente a la mesa, donde casi se cae el pisar su túnica.
Dollohov hiso lo mismo que con los otros chicos, tomó sangre de Blodwyn y la pudo en el cáliz, y para su sorpresa, quedó en la misma casa que Griselda: Klüg.
Luego fue el turno de Loise Hesan. Cuando escuchó su nombre, alegremente se acercó a la mesa, y le entrego el brazo a Dollohov con una enorme sonrisa.
-¡Mutig! – Gritó Dollohov, y con un “¡Yuju!” Loise se sentó con los otros alumnos de la casa Mutig.
Cuando les tocó a Thorfinn y Arnold, descubrieron que ambos quedarían en la casa Dunkel, quienes con salvajes gritos parecidos a los gritos espartanos, les dieron la bienvenida a los chicos.
Luego de terminada la selección, tuvieron una exquisita cena, pavo al coñac con naranjas, sopa de berros, acompañados de café y cerveza. Blodwyn se sentó al lado de Griselda, pero lo igual que él, ningún alumno de Klüg hablaba, todos comían callados sin siquiera mirarse unos con otros, cada uno en su mundo.

viernes, 19 de marzo de 2010

Capítulo 8: Frío Infernal

Capítulo 8
El cielo ya estaba completamente negro, con tenues pintas blancas, destellos imaginarios que explotaban la imaginación de los chicos que miraban el estrellado cielo. Eran cerca de las 10 de la noche, y el frio era insoportable.
-Creo que pronto llegaremos – dijo Rowle.
-Pero el barco ya se está deteniendo – respondió Hesan.
Y así era, el barco efectivamente se estaba deteniendo….en medio del océano…. Lejos aún de la orilla.
De pronto, por magia, una persona dice que todos los alumnos de primer año deben ir a la escotilla.
Los chicos se miran atónitos, y dejando sus pertenencias en la habitación, suben a la escotilla, donde ya había un grupo grande de alumnos de primero. Cuando todos los alumnos de primero estaban arriba, los hicieron ponerse uno al lado del otro, y un alumno de segundo debía estar detrás de uno de primero. Detrás de Blodwyn, se puso un chico de su misma estatura. Era un chico fornido, rubio y de ojos turquesa que penetraban en lo más profundo de tus agallas, las que te traicionaban cuando lo mirabas. Los alumnos de segundo, cuando estaban todos detrás de uno de primero, se miraron, y contaron hasta tres y empujaron a todos los alumnos de primero.
Blodwyn cae rápidamente por el costado del barco, y golpea con sus pies el frágil hielo del mar. Y su piel siente el frio incontenible del mar ibérico. Cuando por fin Blodwyn puede salir a la superficie, y mirar a sus compañeros, ve que algunos miran a los alumnos de segundo que estaban en el barco.
-Schwimmen an Land! -(naden a la orilla) decían los alumnos de segundo, y Blodwyn comenzó a nadar rápidamente en las frías aguas hasta la orilla. Blodwyn lentamente siente un dolor incontenible en el cuerpo debido al inmenso frio de las aguas, era tanto el dolor, que por un instante pensó en que no podría seguir nadando. De pronto, Blodwyn sintió como la arena raspaba su frente, y fue ahí donde se dio cuenta de que ya había llegado a la orilla. Se levantó sin pensarlo dos veces, y trató de sacudir su ropa lo más rápido posible para que se secara rápido. Lentamente como gotas que caen de una hoja, iban llegando los alumnos de primer año.
Cuando todos los alumnos habían llegado a la orilla, apareció atrás un hombre pálido, de barba negra que terminaba en un riso. Venía con un abrigo blanco, y un bastón negro que en la punta tenía una esfera que brillaba, e iluminaba la zona.
-Bienvenidos…mi nombre es Igor Karkarov…profesor Karkarov para ustedes. –Miró a todos los alumnos con una mirada siniestra- soy el sub director del Instituto Durmstrang para puros de sangre…
De pronto el profesor Igor dio medio vuelta, y todo el alumnado lo siguió. Comenzaron a subir por lo que parecía una montaña, pero resultó ser un volcán activo, que emitía altas temperatura y tóxicos gases. Cuando llegaron al borde del volcán el profesor Igor se detuvo.
-Partis Temporus –conjuró, y la lava de dividió en dos dejando un amplio pasadizo hasta el otro extremo del volcán- es aquí, donde se quedan los impuros. –dijo mirando a unos muchachos que se estaban quedando atrás, al parecer porque no respiraban bien, pero Blodwyn se sentía de lo mejor, no le molestaba para nada los gases que el volcán emitía, y al parecer al resto de los alumnos tampoco. Cuando llegaron al otro lado, de la nada la lava volvió a su estado normal, y se llevó con ella a cinco chicos que caminaban con la caravana, los que emitían tortuosos gritos desde la infernal lava hirviendo. Blodwyn al ver a los chicos, quedó totalmente estupefacto, y no sabía cómo actuar, y a lo igual que él, también unos cerca de cinco muchachos más de la caravana.
Es en este momento, donde comienza la educación de Blodwyn, en el Instituto Durmstrang para Puros de Sangre, donde conoce a los grandes amigos de su vida… y no vida…