lunes, 6 de diciembre de 2010

Desde lo que nunca fue su hogar

Capítulo 13







- Tu voz es excelente – dijo la profesora L’Huissier de Estudios Mugles, y Blodwyn quedó totalmente descolocado al darse cuenta que la profesora lo había escuchado detrás de la puerta.



La profesora le había dicho a Blodwyn que se uniera al coro del instituto, pero Blodwyn no estaba seguro, no sólo no tenía la confianza, sino que también sabía que su voz no era de las mejores, jamás había tenido una clase de canto.







Y así pasaron y pasaron los días en Durmstrang. No había terminado de hacer amigo de Griselda, ya que solo se consideraban conocidos, después de todo, con suerte se saludaban cuando se encontraban en los pasillos, ninguno de los dos tenía el más mínimo interés en hablar con el otro. Así también fueron pasando poco a poco los años. Pero todo cambió para Blodwyn Lestrange en cuarto año.



A mediados de octubre, Blodwyn se despertaba una fría mañana como todas. Se ponía sus pantuflas para ir al baño a tomar una cálida ducha. Antes de doblar la esquina, llega Karkarov.



- Arregla tus maletas niño… - Dijo gruñendo.



- ¿Qué?...



- Lo que haz escuchado… Dollohov ya te delató, así que vete rápido…



Blodwyn desconcertado por la noticia…algo extraña y que no pudo captar, ve como en la lejanía se viene acercando Benjamín con varita en mano, corriendo como siempre.



- ¡Desmaius! – Igor cae como bulto al sueño al recibir el hechizo de Benjamín. – ¡Blody, el profesor Dollohov ha revelado tu secreto!



- ¿Secreto?, ¿qué secreto?



- El de que tus padres son vampiros.



En ese momento, Blodwyn sintió la misma desagradable sensación que le viene cuando una mala noticia llega a sus oídos. Todo el peso de su cuerpo había llegado a las rodillas.



Detrás de Benjamín llegaba el resto del escuadrón de Blodwyn: Rowle y Yaxley. Antes de que Rowle llegara al lado de Blodwyn, agita su varita hacia él, haciendo que su pijama se transformara en su ropa de diario.



- ¡Vamos! – gritó Yaxley



Blodwyn no sabía en que estaba metido, ni a donde se dirigía su escuadrón, solo seguía a sus amigos, quienes no podían traicionar al extraño engendro que tanto amaban.







Los cuatro chicos escaparon astutamente del castillo, nadie sabe cómo. Su hazaña fue tal, que años después se volvería a repetir, pero con Blodwyn.



Cuando estuvieron fuera de los terrenos de Durmstrang, comenzaron a viajar por los recónditos paisajes de Rumania, hasta llegar a Transilvania, la tierra de Blodwyn, donde descansarían, y se pondrían en contacto con tu familia, y por fin, ir a Hogwarts.

Bel Canto

Capítulo 12



Y así fueron avanzando los días en el frío Instituto Durmstran. Cuando se iba acercando Marzo, Blodwyn quiso volver a aquel salón de música donde descubrió su impresionante voz. Cuando abrió las puertas del salón, se llevó la sorpresa que Griselda estaba dentro tocando el piano.

-Hola… - dijo tímidamente Blodwyn.

-Hola… ¿quién eres? – le preguntó la chica.

-Soy Blodwyn, ¿y tú?

-Yo soy Griselda. Habías venido antes, te he visto.

-Si, pero sólo una vez.

-¿Tocas el piano? – Preguntó Griselda con duda.

-No, yo…emm…supongo que canto…

-¿Cantas? No sabía que había un club de canto. – dijo Griselda dudosa.

-Supongo que no lo hay… encontré una partitura la última vez… Ombra mai fu.

-A si, era mía… ¿enserio cantas?..

Griselda comenzó a tocas acordes en el piano los que Blodwyn debía cantar. Ambos se llevaron la sorpresa de que Blodwyn, a pesar de su normal voz para hablar, era un bajo al momento de cantar.

-¿Puedes cantar esto? – le pasó una partitura que se titulaba “Isis und Osiris”.

Luego que Blodwyn la examinó, Griselda comienza a tocar los primeros acordes en el piano, y Blodwyn comienza a inundar la habitación con su tierna pero sombría voz.



O grandes dioses Isis y Osiris,

Escuchen mi plegaria de piedad.

Se que ustedes me pueden ayudar,

Envíen su gracia para mí.

Guíen mi camino y el de mis discípulos.



No me dejen solo en esta prueba,

Dolorosa será la derrota.

Se que su corazón es grande,

Y que pueden ver más allá de lo evidente,

Envíen toda su sabiduría.



Por el poder de los dioses seré yo,

El gran vencedor.




Griselda se levanta del piano sonrojada, deleitada por su voz, nunca pensaron, ninguno de los dos, que la música lo iba a unir, ya que ambos sintieron el extraño vínculo que aquella canción había provocado. Cuando ambos chicos quedaron uno frente al otro, mirándose a los ojos, la puerta al abrirse muestra a una alta mujer de pelo negro.

-Tu voz es excelente - Dijo la profesora L’Huissier de Estudios Muggles.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Momento de estupidez

Capítulo 11

Cuando Blodwyn terminó la canción, se percato que un par de lágrimas caían lentamente por sus mejillas. El chico, sintió un sentimiento nunca antes sentido, una cosa así como repudio a si mismo…era el arrepentimiento, debía disculparse con sus amigos. Salió rápidamente del salón de música, sin percatarse del camino, una indescriptible fuerza lo arrastraba a quién sabe donde, donde convencido, sabía que se encontraría con sus amigos. Al girar a la derecha en una esquina, chica con un pequeño bulto, el que lo hace caer al piso. Trató de mirar el rostro de la persona con la que había chocado, pero solo veía partituras cayendo como lluvia. Cuando las partituras dejaron de caer, se dio cuenta que había chocado con ELLA.
Griselda Fürtish, la chica de Klüg que había llamado su atención…
- Lo…lo siento…. – dijo Blodwyn muy nervioso.
- No te preocupes – le dijo con una fría sonrisa – no te vi yo tampoco.
La chica sin más que decir, se levanta del piso, recoge sus partituras y sigue su camino. En ese momento, fue como que Blodwyn perdió el sentido de lo que hacía, cautivado por la frialdad de la chica. Volviendo Blodwyn a su correcto razonamiento, se levanta y vuelve a correr en una dirección sin fronteras. De pronto, el chico siente en alguna parte de su mente, las voces de sus amigos. El chico las sigue, pero se da cuenta que las escaleras ya las pasó por mucho, y lo único que encontraba a su paso, era una ventana al final del pasillo. Por tanto, Blodwyn, no encontró ningún otro acto irracional que lanzarse por la ventana.
Yaxley, Hesan y Rowle hablaban tranquilamente bajo un árbol a pocos metros de la ventana, cuando de pronto, ven caer a un estúpido chico delgaducho y pálido desde el segundo piso, quien cae en pie aunque algo desestabilizado.
- Hola – dice alegremente Blodwyn.
- ¡Blody! – Dice benjamin asustado - ¿qué te hicieron? Te golpearon la cabeza ¿cierto? ¡¡¡Qué le hicieron a mi Blody!!!
- Soy yo estúpido… solo quería venir a…disculparme… - los chicos se miraron extrañados – estuvo mal lo que hice… y lo siento – Blodwyn agachó la cabeza demostrando su arrepentimiento.
- Yo pensé que alguien te había golpeado la cabeza – dijo extrañado Hesan.
- Yo creo que si lo golpearon – dijo Yaxley de tal forma que todos rieron
- No… ¡No!...¡¡¡NOOOOO!!!! Mi Blody, mi pobre Blody, ¿Qué te han hecho? – Dijo lastimeramente Benjamin.
- Nada – Dijo algo divertido – Simplemente pensé bien en lo que había pasado…
-¿Un Dunkel pensante?... que extraño – Dijo Benjamin
- ¡Oye! – dijeron todos enojados…pero al ver Benjamin que los otros tres Dunkel eran capaz de golpearlo no dudó en correr por su Mutig vida.
Luego de ese gran incidente, extrañamente se volvieron más amigos, porque ahora sabían lo que tenían y no tenían que hacer.

domingo, 6 de junio de 2010

Recuerdos parte dos: La sombra del árbol que te protege...

Capítulo 10

Otro de los lejanos días en Durmstrang que Blodwyn recordaba, era una fría mañana de otoño en la península ibérica, en la cual sus amigos le hicieron ver un problema que él debía solucionar.
El gran problema de Blodwyn, es que él era muy desligado con sus amigos, ya que con la única persona que sociabilizaba, era Rosier, y con la persona que quería encariñarse – Lestat – lo quiso violar.
Estaba él sentado ese día junto a sus amigos – Hesan, Rowle y Yaxley – cuando un alumno de segundo año de la casa Mutis, decidido a molestar a Yaxley, le quita su libro de Estudios Muggles.
- ¡Dámelo, es mi libro! – Replicaba Yaxley, pero su adversario no lo escuchaba.
En ese momento, se desata una brutal pelea entre Hesan, Rowle y Yaxley, y cuatro alumnos de Mutig. Blodwyn, sin esmerarse por la brutal y descarrilada lucha, los mira sin hacer nada, como si sus amigos no le importaran. Cuando los alumnos de Mutig vencieron airosos a sus contrincantes, estos – mal heridos – comenzaron a criticar a Blodwyn.
-¿Cómo se te ocurre no ayudarnos? ¿Qué acaso no somos tus amigos? – Le preguntó desafiante Hesan, quien no tenía pelos en la lengua.
-No voy a combatir en una batalla perdida… - respondió Blodwyn.
- No se para qué nos tienes como amigos, si no eres capaz de hacer nada por nosotros.- en ese momento, los chicos se dieron media vuelta y dejaron sólo a Blodwyn.
Ese fue uno de los momentos más difíciles para Blodwyn, se sintió muy mal, no sabía que hacer, si disculparse o dejar de lado esa amistad, total él no estaba seguro porqué ellos eran sus amigos. Para él, un amigo jamás te diría eso… pero tampoco haría lo que Blodwyn hizo… dejarlos solos.
Comenzó a caminar solo por los pasillos del castillo. De pronto, en el cuarto piso, se encuentra con una puerta de roble negro doble. Con toda la curiosidad del mundo, entró en esa habitación. Era una habitación amplia, con una acústica asombrosa, cada paso resonaba hasta en lo más mínimo, en cuyo centro se encontraba un hermoso piano de cola rojo. Blodwyn sorprendido, se acerca al piano. “Ombra mai fu” se titulaba una partitura que estaba junto al piano. Cuando el chico tomó las hojas, el piano sólo comenzó a tocar las notas de la introducción. Blodwyn sorprendido, se aseguro que nadie estuviera en la sala, i se decidió a seguirle el ritmo al piano.
El chico comienza a cantar con una voz que ni él conocía. Era tan suave y refrescante como la sombra que la canción retrataba. Se dio el tiempo que interpretar la letra… el árbol que te protege tiene una suave y refrescante sombra…que suave es…el árbol que te protege… una profunda pena inundó su corazón…porque el árbol…eran sus amigos…
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Gracias a los amigos de Blodwyn por hacerle ver las cosas como son...

viernes, 26 de marzo de 2010

Recuerdos parte 1 “El Cáliz de Cristal”

Capítulo 9

Uno de los más preciados recuerdos de Blodwyn, desde que entro en Durmstrang, es su selección. Cuando llegan los chicos al castillo junto con Karkarov, entran por un amplio pasillo gris. En la muralla oeste de ese gran pasillo, estaba marcado un enorme símbolo. Blodwyn no sabía que era, nunca en su corta lo había visto. Era un enorme triangulo, que estaba dividido por una línea, la que estaba envuelta en un círculo. De pronto el tempestuoso silencio fue interrumpido por Karkarov.
-Este es el majestuoso castillo del Instituto Durmstrang para puros de Sangre. Aquel que no soporte la disciplina de este instituto será inmediatamente a su hogar, ya que este aunque los albergara por el año escolar, no es su hogar… - los chicos se miraron unos a otros algo asustados. – En este instituto vemos sus habilidades, principios, objetivos e ideales. Según estas características, ustedes serán enviados a una de las cuatro casas en las que se divide el Instituto. Ellas son los nobles True, los severos Klüg, los intrépidos Mutig, y los agresivos Dunkel. A continuación comenzará su selección.
Terminado el discurso de Karkarov, los alumnos debían entrar a un comedor amplio, pero igualmente helado, con olor a sudor, café y cerveza. Todos los alumnos que estaban sentados en las mesas (que estaban divididas en cuatro por las cuatro casas) miraban seriamente a los nuevos alumnos de Durmstrang. Al final del comedor, anterior a la mesa de los profesores, había una pequeña mesa que contenía un cáliz de cristal. Este contenía un extraño líquido que era muy similar al agua, pero su consistencia era más espesa. Karkarov comenzó a llamar uno por uno a los alumnos de primer año: Amtesh, Ashmit, Astean, y así hasta llegar a Griselda Fürtish.
Griselda era una chica hermosísima. Era de un brilloso pelo rubio rizado que le llegaba hasta los hombros, adornado por unos penetrantes ojos celestes, tan fríos como el hielo que albergaba al castillo. Su piel era pálida como los libros en los que pasaba horas leyendo a la luz de la luna. Siempre seria, lo que no permitía escuchar su hermosa y tierna voz de niña. Cuando fue llamada, con mucha gracia caminó hacia la mesa. En eso aparece el director del Instituto: Arkham Dollohov, quién fue presentado por Karkarov. Dollohov tomó un athame, y saca sangre desde uno de los pequeños dedos de la chica, y vierte la gota de carmesí sangre, la que al ser mesclada con el líquido que contenía el cáliz se vuelve morado.
-Klüg – anuncia Dollohov, y los alumnos de esa casa con pocas ganas aplaudieron a la chica.
Así siguió la selección, hasta que de pronto todo el peso de Blodwyn se le fue a las rodillas al escuchar su nombre.
-Lestrange, Blodwyn – Blodwyn abrió los ojos con un aire de nerviosismo. - ¡Acércate! – Le gritó Dollohov, y Blodwyn se acercó rápidamente a la mesa, donde casi se cae el pisar su túnica.
Dollohov hiso lo mismo que con los otros chicos, tomó sangre de Blodwyn y la pudo en el cáliz, y para su sorpresa, quedó en la misma casa que Griselda: Klüg.
Luego fue el turno de Loise Hesan. Cuando escuchó su nombre, alegremente se acercó a la mesa, y le entrego el brazo a Dollohov con una enorme sonrisa.
-¡Mutig! – Gritó Dollohov, y con un “¡Yuju!” Loise se sentó con los otros alumnos de la casa Mutig.
Cuando les tocó a Thorfinn y Arnold, descubrieron que ambos quedarían en la casa Dunkel, quienes con salvajes gritos parecidos a los gritos espartanos, les dieron la bienvenida a los chicos.
Luego de terminada la selección, tuvieron una exquisita cena, pavo al coñac con naranjas, sopa de berros, acompañados de café y cerveza. Blodwyn se sentó al lado de Griselda, pero lo igual que él, ningún alumno de Klüg hablaba, todos comían callados sin siquiera mirarse unos con otros, cada uno en su mundo.

viernes, 19 de marzo de 2010

Capítulo 8: Frío Infernal

Capítulo 8
El cielo ya estaba completamente negro, con tenues pintas blancas, destellos imaginarios que explotaban la imaginación de los chicos que miraban el estrellado cielo. Eran cerca de las 10 de la noche, y el frio era insoportable.
-Creo que pronto llegaremos – dijo Rowle.
-Pero el barco ya se está deteniendo – respondió Hesan.
Y así era, el barco efectivamente se estaba deteniendo….en medio del océano…. Lejos aún de la orilla.
De pronto, por magia, una persona dice que todos los alumnos de primer año deben ir a la escotilla.
Los chicos se miran atónitos, y dejando sus pertenencias en la habitación, suben a la escotilla, donde ya había un grupo grande de alumnos de primero. Cuando todos los alumnos de primero estaban arriba, los hicieron ponerse uno al lado del otro, y un alumno de segundo debía estar detrás de uno de primero. Detrás de Blodwyn, se puso un chico de su misma estatura. Era un chico fornido, rubio y de ojos turquesa que penetraban en lo más profundo de tus agallas, las que te traicionaban cuando lo mirabas. Los alumnos de segundo, cuando estaban todos detrás de uno de primero, se miraron, y contaron hasta tres y empujaron a todos los alumnos de primero.
Blodwyn cae rápidamente por el costado del barco, y golpea con sus pies el frágil hielo del mar. Y su piel siente el frio incontenible del mar ibérico. Cuando por fin Blodwyn puede salir a la superficie, y mirar a sus compañeros, ve que algunos miran a los alumnos de segundo que estaban en el barco.
-Schwimmen an Land! -(naden a la orilla) decían los alumnos de segundo, y Blodwyn comenzó a nadar rápidamente en las frías aguas hasta la orilla. Blodwyn lentamente siente un dolor incontenible en el cuerpo debido al inmenso frio de las aguas, era tanto el dolor, que por un instante pensó en que no podría seguir nadando. De pronto, Blodwyn sintió como la arena raspaba su frente, y fue ahí donde se dio cuenta de que ya había llegado a la orilla. Se levantó sin pensarlo dos veces, y trató de sacudir su ropa lo más rápido posible para que se secara rápido. Lentamente como gotas que caen de una hoja, iban llegando los alumnos de primer año.
Cuando todos los alumnos habían llegado a la orilla, apareció atrás un hombre pálido, de barba negra que terminaba en un riso. Venía con un abrigo blanco, y un bastón negro que en la punta tenía una esfera que brillaba, e iluminaba la zona.
-Bienvenidos…mi nombre es Igor Karkarov…profesor Karkarov para ustedes. –Miró a todos los alumnos con una mirada siniestra- soy el sub director del Instituto Durmstrang para puros de sangre…
De pronto el profesor Igor dio medio vuelta, y todo el alumnado lo siguió. Comenzaron a subir por lo que parecía una montaña, pero resultó ser un volcán activo, que emitía altas temperatura y tóxicos gases. Cuando llegaron al borde del volcán el profesor Igor se detuvo.
-Partis Temporus –conjuró, y la lava de dividió en dos dejando un amplio pasadizo hasta el otro extremo del volcán- es aquí, donde se quedan los impuros. –dijo mirando a unos muchachos que se estaban quedando atrás, al parecer porque no respiraban bien, pero Blodwyn se sentía de lo mejor, no le molestaba para nada los gases que el volcán emitía, y al parecer al resto de los alumnos tampoco. Cuando llegaron al otro lado, de la nada la lava volvió a su estado normal, y se llevó con ella a cinco chicos que caminaban con la caravana, los que emitían tortuosos gritos desde la infernal lava hirviendo. Blodwyn al ver a los chicos, quedó totalmente estupefacto, y no sabía cómo actuar, y a lo igual que él, también unos cerca de cinco muchachos más de la caravana.
Es en este momento, donde comienza la educación de Blodwyn, en el Instituto Durmstrang para Puros de Sangre, donde conoce a los grandes amigos de su vida… y no vida…

viernes, 15 de enero de 2010

Capítulo 7: El viaje

Capítulo 07

Blodwyn despierta lentamente, y ve frente a él, un enorme barco de madera, algo achatado a su parecer, pero según sabía, el barco de Durmstrang estaba encantado.
-Blody… - Dijo Augustus Rosier con un leve tono de pena – que tengas un buen año en el instituto…y ten cuidado…no vaya a ser que te piquen los escregutos – rieron juntos.

Augustus bajo las maletas, y se las entregó a su propietario, era la hora de partir. Caminó triste y solitario por el puente que lo llevaba al barco, era una escena verdaderamente desoladora. Blodwyn miró para atrás, pero para su des fortuna, su padrino ya no se encontraba en el lugar. Caminó lentamente hasta entrar por fin al barco.
Al llegar a la entrada, un hombre miró un larguísimo pergamino y le preguntó el nombre al chico.
-Blodwyn Lestrange, señor – Respondió el pequeño.
-Piso 4, habitación 406, junto a Hesan, Rowle y Yaxley. – Dijo de mala gana el anciano personaje.
Blodwyn, buscó la habitación, hasta que finalmente la encontró, y se encontró en la puerta con otro alumno. Era de su misma estatura, era rubio y de ojos grises, era tan delgado como Blodwyn, y tenía un enorme parecido a un personaje conocido entre los muggles, “el ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, solo le faltaba la barba, y ser moreno.
-Hola…¿estás aquí? – preguntó el chico
-Si…soy Lestrange, Blodwyn Lestrange
-Hola, yo soy Loise Hesan
Cuando abrieron la puerta, otro chico estaba en la habitación. Este era de estatura más baja que Blodwyn, era moreno, pero de piel más oscura que Blodwyn. Se saludaron tímidamente
-Hola, somos Blodwyn Lestrange y Loise Hesan… ¿Cómo te llamas? – Preguntó Loise.
-¿te interesa? – dijo despectivamente el muchacho
-si vamos a estar doce horas acá, si…
Blodwyn tomó su maleta y la arrojó en la cama que estaba sobre el chico, eran camarotes.
-¡Oye!... ¿Quién te dio permiso para poner tus cosas allí?-Dijo el chico
-no veo porqué debería pedírtelo a ti… - Dijo Blodwyn con aires de grandeza.
-Soy Thorfinn Rowle – dijo el chico al darse cuenta que ya no imponía el mismo respeto y Loise miró sorprendido a Blodwyn.
Cuando Loise había dejado sus cosas sobre una cama, otro individuo abrió la puerta. Era un chico de estatura mediana, también levemente más bajo que Blodwyn y Loise, pero su piel era tan blanca como la de Blodwyn. Sus ojos eran negros con un tenue tono rojizo. Sus ojos eran tan sombríos, que Blodwyn supo de inmediato que se llevaría muy bien con ese personaje.
-Hola-saludo Loise.
-Hola…me llamo Arnold Yaxley…-cerró la puerta.
Los chicos se presentaron, pero fue Blodwyn el que terminó con la cadena de presentaciones. El chico se dirigió a la cama que estaba sobre Loise, y miró fijo a Blodwyn.
-¿No nos quedaremos acá cierto?
-No-respondió Blodwyn – llegaremos a las nueve si no me equivoco.
Los chicos se comenzaron a mirar unos a otros, entre tímidos y sombríos.
-¿Donde quieren quedar? – Rompió el silencio Loise- yo quiero quedar en Mutig…supongo que soy lo suficientemente valiente para quedar en esa casa…
-No sabía que te separaban en casas en Durmstrang – Dijo Arnold- yo quería ir a Hogwarts, pero mi padre prefirió mandarme a Durmstrang, supongo que no confía en el profesor Black.
-Yo tampoco…pero supongo que a la casa que sea de color verde…-Dijo recordando el detalle de su sueño.
-¿Treu?...quieres ser una lagartija…-dijo burlón Thorfinn- en cuanto a mí, espero quedar en Dunkel, con el profesor Urkuhat.
Así fueron conversando los cuatro integrantes de la habitación 405, hasta que llegaron al puerto en Durmstrang, donde la verdadera historia de Blodwyn Lestrange comienza.

jueves, 7 de enero de 2010

Capítulo 6: El Viaje

Capítulo 6


El día había llegado, Blodwyn por fin dejará el castillo de su abuelo, y se encaminará a Durmstrang. Eran las seis de la mañana del día 1 septiembre de 1934. Blodwyn y su padrino Augustus Rosier se dirigían a Basov en una carreta tirada por dos caballos negros. Blodwyn miraba felizmente (algo que no hacía a menudo) el amanecer. Era un verdadero espectáculo para él, sobretodo disfrutarlo con su padrino, al único pariente por el que sentía cariño aparte de su padre, pero él tenía mejores cosas que hacer, como el salvar al mundo de un mago loco, que era mucho más interesante que cuidar a un pobre niño de sólo once años.
Al pasar por una colina, llamaron la atención del pequeño Blod, tres caballos: uno blanco, uno café, y uno negro. Qué cosas más bellas pensaba el chico, el pelo de aquellos caballos era tan brillante, que el sol reflejaba todo su esplendor en los ojos del pequeño Blod. No como los caballos de su abuelo, los cuales solo salían a caminar cuando Lestat se le daba la gana.
-Veo que no andabas mucho por estos lados, Blody-Dijo Rosier
-es que siempre que venía a Basov, bajaba por el río…es muy difícil encontrar agua en el castillo- Rosier rió con lástima.
Mientras más avanzaba la mañana, más ganas de dormir tenía Blod, era tanto el sueño, que cabeceaba cada metro que pasaba.
-Si quieres duermes un poco, falta un par de horas para llegar.-Propuso Rosier
Entonces, Blod abatido por el sueño, se recuesta tras su padrino, para dormir apaciblemente, mientras la carreta lo llevaba a Basov.

En el sueño, el pequeño Blodwyn caminaba por un pasillo de piedra. Al parecer era un castillo, otros chicos paseaban con túnicas cuyos gorros eran de color verde y azul. Al llegar al final del pasillo, se topa con un gran ventanal, por el que miraba un fantasma, el que luego de hacer caso omiso al pequeño, este flotó en dirección contraria a la que este caminaba. Al mirar para el otro lado, se encuentra con una chica. Era la chica más hermosa que había visto en su corta vida. Era un poco más baja que Blod, y su capucha era de color rojo.
-Hola Blodwyn – saludó la chica.
-Hola….
-Minerva – se adelantó la chica.- Soy de Gryffindor, estoy en Historia de la magia contigo.
-Cierto, creo haberte visto hablando con el profesor Dumbledore – Blod no sabía por qué sabía esas cosas.
-Sí, es mi jefe de casa, es un mago excelente, tiene tanto talento, que puede transformar muebles en animales – dijo algo excitada – espero algún día poder ser tan buena como él.


De pronto Blod despertó en el puerto de Basov algo confundido. No sabía quién era la hermosa chica, y esperaba verla en algún momento. Pero no sabía porque había estado en su sueño. Seguramente era alguna alumna de Durmstrang a la que vería dentro de pocos días.