Capítulo 13
- Tu voz es excelente – dijo la profesora L’Huissier de Estudios Mugles, y Blodwyn quedó totalmente descolocado al darse cuenta que la profesora lo había escuchado detrás de la puerta.
La profesora le había dicho a Blodwyn que se uniera al coro del instituto, pero Blodwyn no estaba seguro, no sólo no tenía la confianza, sino que también sabía que su voz no era de las mejores, jamás había tenido una clase de canto.
Y así pasaron y pasaron los días en Durmstrang. No había terminado de hacer amigo de Griselda, ya que solo se consideraban conocidos, después de todo, con suerte se saludaban cuando se encontraban en los pasillos, ninguno de los dos tenía el más mínimo interés en hablar con el otro. Así también fueron pasando poco a poco los años. Pero todo cambió para Blodwyn Lestrange en cuarto año.
A mediados de octubre, Blodwyn se despertaba una fría mañana como todas. Se ponía sus pantuflas para ir al baño a tomar una cálida ducha. Antes de doblar la esquina, llega Karkarov.
- Arregla tus maletas niño… - Dijo gruñendo.
- ¿Qué?...
- Lo que haz escuchado… Dollohov ya te delató, así que vete rápido…
Blodwyn desconcertado por la noticia…algo extraña y que no pudo captar, ve como en la lejanía se viene acercando Benjamín con varita en mano, corriendo como siempre.
- ¡Desmaius! – Igor cae como bulto al sueño al recibir el hechizo de Benjamín. – ¡Blody, el profesor Dollohov ha revelado tu secreto!
- ¿Secreto?, ¿qué secreto?
- El de que tus padres son vampiros.
En ese momento, Blodwyn sintió la misma desagradable sensación que le viene cuando una mala noticia llega a sus oídos. Todo el peso de su cuerpo había llegado a las rodillas.
Detrás de Benjamín llegaba el resto del escuadrón de Blodwyn: Rowle y Yaxley. Antes de que Rowle llegara al lado de Blodwyn, agita su varita hacia él, haciendo que su pijama se transformara en su ropa de diario.
- ¡Vamos! – gritó Yaxley
Blodwyn no sabía en que estaba metido, ni a donde se dirigía su escuadrón, solo seguía a sus amigos, quienes no podían traicionar al extraño engendro que tanto amaban.
Los cuatro chicos escaparon astutamente del castillo, nadie sabe cómo. Su hazaña fue tal, que años después se volvería a repetir, pero con Blodwyn.
Cuando estuvieron fuera de los terrenos de Durmstrang, comenzaron a viajar por los recónditos paisajes de Rumania, hasta llegar a Transilvania, la tierra de Blodwyn, donde descansarían, y se pondrían en contacto con tu familia, y por fin, ir a Hogwarts.
- Tu voz es excelente – dijo la profesora L’Huissier de Estudios Mugles, y Blodwyn quedó totalmente descolocado al darse cuenta que la profesora lo había escuchado detrás de la puerta.
La profesora le había dicho a Blodwyn que se uniera al coro del instituto, pero Blodwyn no estaba seguro, no sólo no tenía la confianza, sino que también sabía que su voz no era de las mejores, jamás había tenido una clase de canto.
Y así pasaron y pasaron los días en Durmstrang. No había terminado de hacer amigo de Griselda, ya que solo se consideraban conocidos, después de todo, con suerte se saludaban cuando se encontraban en los pasillos, ninguno de los dos tenía el más mínimo interés en hablar con el otro. Así también fueron pasando poco a poco los años. Pero todo cambió para Blodwyn Lestrange en cuarto año.
A mediados de octubre, Blodwyn se despertaba una fría mañana como todas. Se ponía sus pantuflas para ir al baño a tomar una cálida ducha. Antes de doblar la esquina, llega Karkarov.
- Arregla tus maletas niño… - Dijo gruñendo.
- ¿Qué?...
- Lo que haz escuchado… Dollohov ya te delató, así que vete rápido…
Blodwyn desconcertado por la noticia…algo extraña y que no pudo captar, ve como en la lejanía se viene acercando Benjamín con varita en mano, corriendo como siempre.
- ¡Desmaius! – Igor cae como bulto al sueño al recibir el hechizo de Benjamín. – ¡Blody, el profesor Dollohov ha revelado tu secreto!
- ¿Secreto?, ¿qué secreto?
- El de que tus padres son vampiros.
En ese momento, Blodwyn sintió la misma desagradable sensación que le viene cuando una mala noticia llega a sus oídos. Todo el peso de su cuerpo había llegado a las rodillas.
Detrás de Benjamín llegaba el resto del escuadrón de Blodwyn: Rowle y Yaxley. Antes de que Rowle llegara al lado de Blodwyn, agita su varita hacia él, haciendo que su pijama se transformara en su ropa de diario.
- ¡Vamos! – gritó Yaxley
Blodwyn no sabía en que estaba metido, ni a donde se dirigía su escuadrón, solo seguía a sus amigos, quienes no podían traicionar al extraño engendro que tanto amaban.
Los cuatro chicos escaparon astutamente del castillo, nadie sabe cómo. Su hazaña fue tal, que años después se volvería a repetir, pero con Blodwyn.
Cuando estuvieron fuera de los terrenos de Durmstrang, comenzaron a viajar por los recónditos paisajes de Rumania, hasta llegar a Transilvania, la tierra de Blodwyn, donde descansarían, y se pondrían en contacto con tu familia, y por fin, ir a Hogwarts.